Rosario. Asesinan a tres militantes sociales


Los barrios pobres de nuestro país viven sumergidos entre los negocios más turbios que ofrece el capitalismo: la droga, la prostitución, el robo. Son las ofertas del capitalismo para quienes no tienen trabajo y están condenados a vivir en la miseria, manejados por la policía, barra bravas y punteros.

El primero de enero de 2012, en el barrio Mariano Moreno de la ciudad de Rosario, Santa Fe, Jonathan Brasante (17 años), Claudio Suárez (19) y Adrián Leonel Rodríguez (21) fueron asesinados. Los tres eran militantes del barrio y pertenecían al Frente Popular Darío Santillán.
La versión que hicieron correr desde la policía fue que se trataba de un ajuste de cuentas, con lo que aprovecharon para desprestigiar el trabajo barrial de la organización y vincular a los pibes con la droga. Pero pronto trascendió en el barrio que los chicos habían sido asesinados por “error” por unos sicarios vinculados con la barra brava de Newell´s y los negocios del narcotráfico.
La comisaría a la que le tocó actuar es la que liberó la zona y le dio respaldo a los sicarios de Sergio “Quemado” Rodríguez. Este personaje, quiso vengar un ataque que su hijo había sufrido por unos barras hinchas de fútbol y por eso mandó a los matones armados. Producto de un “error”, los asesinados no fueron los barras, sino Jonathan, Claudio y Adrián.
Ante semejante hecho se puso de manifiesto lo que sucede a diario en todos los barrios, sobre todo los más humildes: el manejo de los negocios de la droga, el robo, los asesinatos y demás delitos en manos de matones a sueldo y la policía.
Tan poco cuidadosa fue la operación que el gobernador “socialista” Bonfatti no le quedó más remedio que salir a admitir públicamente que hay relación entre los barras, los narcos, la policía y “algunos políticos”.
Rápidamente, el kirchnerismo aprovechó para salir con una vieja iniciativa, la que utilizara como parte de la campaña electoral el pejotista De Narváez: la necesidad de la construcción de un mapa del delito. Aprovechó para tirar los dardos sobre la oposición y lavar la cara de su gobierno “nacional y popular”, atribuyendo el aumento de la criminalidad sólo en Rosario, al mismo tiempo que anunció la alineación con la política de “seguridad” del gobierno nacional, aumentando la presencia de las fuerzas en los barrios pobres. “Están dadas todas las condiciones para que podamos avanzar en un Acuerdo Santafesino por la Seguridad Ciudadana que, a través del diálogo y del compromiso político y social, permita explicitar un plan de acciones de corto, mediano y largo plazo… al mismo tiempo eficacia a la hora de prevenir y reprimir el delito y plena vigencia de los derechos humanos. La policía (agregó) no puede ser parte del problema sino que tiene que ser parte de la solución y para eso es básica una eficaz conducción política de la fuerza policial. Si la corporación policial se conduce a sí misma estamos en presencia de un problema", declaró el jefe del bloque del FPV, Agustín Rossi.
Los intentos desde los distintos gobiernos por despegarse de las responsabilidades, planteando salidas mentirosas al problema de la descomposición social que se vive en los barrios son nefastos. A diario se pueden encontrar, incluso en los medios oficiales, hechos que vinculan directamente a la policía con el delito. Por tanto, la presencia de las fuerzas en los barrios no puede entenderse sin el manejo de los negocios y el  disciplinamiento de las barriadas humildes, a las que sumergen en la droga y la delincuencia.
Los asesinatos de los tres militantes del FPDS en Rosario muestra la crudeza de un sistema en el que los pobres, además de sufrir la explotación diaria, deben vivir entre las disputas de barras, dilers y policías que manejan los negocios más sucios: la droga, el robo, la prostitución.
Como consecuencia de la descomposición social que trae consigo el capitalismo y del accionar mafioso de políticos, barras y policías, hoy estamos repudiando el asesinato de tres militantes sociales.
Trasante, Suárez y Rodríguez, presentes!