El patrimonio de los funcionarios: Un gobierno de millonarios


Mientras el conjunto de los trabajadores lucha para pagar el alquiler, y la inflación convierte la leche, la carne o el pan en lujos que hay que racionar, la presidenta y sus ministros exhiben descaradamente sus patrimonios, que crecen a la par de sus negocios.

Los Kirchner no eran pobres cuando llegaron a la Rosada. A fuerza de negocios durante la dictadura y la gobernación santacruceña, admitían un patrimonio de casi 7 millones de pesos. Desde entonces, tomando en cuenta sólo lo confesado en las declaraciones juradas, lo multiplicaron por 10, superando hoy los 70 millones y medio de pesos. Así, Cristina y su fallecido marido son los presidentes más ricos que ha tenido Argentina. Superan por lejos a Carlos Menem, con otro récord: esa fortuna, sólo comparable a la de otra viuda ex presidenta, Isabel Perón, la ubicó entre las “top 20” del ranking de la revista Forbes de mujeres más poderosas del mundo.
En 2010, el incremento patrimonial fue del 27%, que pretenden explicar con el rendimiento de los plazos fijos y los dividendos de las acciones.
Cristina Fernández tiene un piso de 160 m2 en La Recoleta; seis casas en la Patagonia (la de El Calafate tiene 2.100 m2); seis terrenos y cuatro locales comerciales en Río Gallegos; una 4x4 Honda CRV, modelo 2009; 18 plazos fijos por 21 millones de pesos y uno por más de 3 millones de dólares, además de los paquetes accionarios de empresas turísticas como CO.MA. SA, Hotesur y el 45% de la sociedad Los Sauces SA, propietaria del hotel en el centro turístico del glaciar Perito Moreno.
Además de las rentas, la presidenta cuenta con un sueldo de u$s53.275 al año, más la pensión de su marido, otros u$19.048 anuales.
El ejemplo es seguido por todos sus ministros. Amado Boudou, ministro de Economía y escolta en la candidatura, aumentó su patrimonio en un 65% desde 2009, pasando de $887.561 a $1.466.030. Lo explica por el rendimiento de los 145.000 dólares que tiene ahorrados, y las ganancias de su empresa inmobiliaria, Habitat Natural. Este año, vendió su moto BMW ADV, valuada en $91.000, y compró un Fiat Adventure por $110.750. Conserva su moto Harley Davidson, un Audi y un Honda Civic. Tiene un departamento en Puerto Madero, alquilado, y vive con su novia en el complejo Madero Centre, del mismo barrio.
El ministro de Defensa, Arturo Puricelli, incrementó sus bienes en un 64%, con 36.000 hectáreas patagónicas, miles de ovejas y centenares de vacas y una propiedad de 1.250 m2 con una casa de 400 m2 en Los Antiguos.
Siguen en el ranking la ministra de Seguridad, Nilda Garré, cuyos bienes crecieron un 62%, y el de Agricultura, Julián Domínguez, con un aumento del 41%. El ministro más rico es Luis Manzur, de Salud, que, aunque sólo incrementó su fortuna en un 32%, posee un patrimonio de $6.722.827. Los bienes del ministro de Planificación, Julio De Vido, ascendieron un 23%, aunque buena parte está a nombre de su mujer, como una casa en un club de Zárate de casi un millón y medio de pesos; una chacra y una Toyota Land Crusier, de $270.000.
Héctor Timerman hizo crecer sus bienes en un 18%; Florencio Randazzo en un 12% y Aníbal Fernández en un 15%. Tomada y Débora Giorgi no son menos, con casas de lujo, yates y departamentos en Punta del Este. 
Otros con fortunas florecientes son los jefes de la Secretaría de Inteligencia. Héctor Icazuriaga declara un patrimonio 23 veces superior al que tenía hace un año. Su segundo, Francisco Larcher, multiplicó por 11. Pero el campeón es el director de la ANSeS, Diego Bossio, con un crecimiento del 107% en su fortuna.
El kirchnerismo dice que éste es un gobierno “popular” que enfrenta la “derecha” de los monopolios y los patrones del campo, mientras la presidenta y sus funcionarios son especuladores financieros, rentistas y terratenientes millonarios que nadan en lujos desmedidos y muestran que son capitalistas modelo.