Son casi cincuenta días. Ante la falta de soluciones al conflicto, continúa el paro por tiempo indeterminado de los docentes santacruceños, que ya es una de las luchas más importantes de los últimos años.
El gobernador kirchnerista de Santa Cruz, Daniel Peralta, se queja, acusa y amenaza a los docentes, declarando que “están a punto de paralizar a la provincia, están atentando contra el orden institucional y están pidiendo algo que yo no les puedo dar” y que “el peronismo de Santa Cruz va a entrar en una etapa de movilización muy fuerte”.
Efectivamente, la provincia del sur se encuentra virtualmente paralizada. La huelga docente se sostiene hace casi cincuenta días, en reivindicación de un aumento salarial del 50%. A este planteo se fueron sumando otros reclamos, como consecuencia de la política del gobierno. Ahora, los trabajadores de la educación reclaman, también, el juicio y castigo a los responsables de la represión a manos de la patota de la UOCRA y la devolución de los descuentos masivos por los días de huelga.
A la huelga, se suma la lucha en las calles: cortes de rutas, movilizaciones, tomas de escuelas y edificios públicos, acampe frente a la casa de gobierno, piquetes en los accesos a las petroleras... Y esta lucha cuenta, además, con la solidaridad de importantes sectores de la provincia, como son el resto de los trabajadores del estado, los obreros petroleros, el estudiantado y los padres.
El gobierno ha intentado mil y una formas para detener la lucha, pero no ha podido. Pese a las patotas de la burocracia, a la persecución y los procesamientos de los luchadores, al envío de gendarmería nacional y la militarización de varias localidades, al anuncio de la conciliación obligatoria, a los intentos de contratar “carneros”, a las multas de 700 mil pesos al sindicato docente ADoSaC (Asociación de Docentes de Santa Cruz), a los descuentos masivos... Pese a todo este despliegue oficial, la lucha se mantiene firme.
El reciente congreso provincial de ADoSaC, celebrado en Las Heras el 28 de mayo, resolvió ratificar el paro por tiempo indeterminado hasta obtener las reivindicaciones y exigir un paro provincial a la CTA local (que ya se impuso) y un paro nacional a la CTERA, que sigue aislando la lucha por su alineamiento con el oficialismo y siendo cómplice y responsable de la política de persecución, desgaste y represión instigada por el gobierno nacional y provincial. Este conflicto se ha profundizado con los bloqueos a los yacimientos petrolíferos, medida de lucha que pone aún más nervioso al gobierno y al empresariado, ya que la actividad petrolera es el pilar económico de la provincia y está siendo seriamente afectada. Con este método, la lucha cobra más fuerza y las presiones sobre el gobierno se multiplican.
La lucha de los docentes de Santa Cruz es una lucha de trascendencia nacional, pese al silenciamiento de los medios de comunicación. El gobierno provincial de Peralta y el nacional de Cristina Fernández, en alianza con el empresariado petrolero que opera en Santa Cruz, buscan derrotar la huelga, ya sea mediante la represión, ya sea mediante el desgaste.
Los docentes y el pueblo trabajador santacruceño se siguen mostrando con fuerza pese a todas las adversidades. En esa fuerza radica la posibilidad del triunfo de esta importante pelea, que ya se extiende como un ejemplo de lucha para todos los docentes del país.
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La lucha en Santa Cruz
Pico Truncado. Cortes en los accesos de yacimientos petrolíferos. Toma de la playa de tanques que concentra todo el petróleo de la zona, con apoyo de los vecinos. Vigilia de alumnos y toma de colegios en apoyo a la huelga. Cortes en la ruta 43. Acampe frente al municipio.
Río Gallegos. Movilizaciones a la casa de gobierno. Ocupación de oficinas oficiales. Acampe frente a la gobernación. Piquetes en la junta de clasificación para evitar que los carneros rompan la huelga.
Caleta Olivia. Cortes de la ruta 3, principal acceso a la provincia. Toma del consejo de educación. Asambleas de 400 personas y movilizaciones de 1.000. Marchas y sentadas de estudiantes en solidaridad.
Las Heras. Piquetes en los accesos de yacimientos petrolíferos. Desconocimiento de la orden de desalojo y firmeza ante la amenaza de represión. Masivo acto popular en la plaza central. Escrache al juez que ordenó el desalojo.
Río Turbio. Cortes en la ruta 20, que une a la provincia con Chile. Toma de colegios y edificios públicos.
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Un avance en la lucha
Los gobiernos kirchneristas de Cristina Fernández y de Daniel Peralta se desviven por erradicar el conflicto de Santa Cruz. Pretenden desprestigiar la lucha diciendo que los docentes cobran salarios muy por encima de la media nacional, pero nada dicen del elevadísimo costo de vida en aquella provincia. Dicen que los docentes persiguen fines políticos, como si Peralta y todo el peronismo no lo hicieran. Dicen que no se puede negociar bajo presión, pero intentan esconder la militarización que existe en Santa Cruz. Y ahora, dicen que los docentes se boicotean a sí mismos al bloquear los accesos a los yacimientos, debido a que frenan la producción y el comercio del petróleo haciendo caer los ingresos del estado.
Sin embargo, con los piquetes en el corazón de la actividad económica de la región, los docentes instrumentaron un cambio cualitativo en su lucha, golpeando la explotación del petróleo, es decir el centro de la economía local. Tan importante fue este paso adelante, que el gobernador Peralta, presionado por esta metodología de lucha, debió viajar a Buenos Aires para entrevistarse con Eskenazi (vicepresidente de YPF) y comenzar a planificar alguna forma de destrabar el conflicto.
Con el paro por tiempo indeterminado, con los acampes, con las movilizaciones, con los cortes de rutas, con los piquetes, con la resistencia a los permanentes aprietes de las patotas, con las ocupaciones y las tomas… en síntesis, avanzando en los métodos de lucha, los docentes de Santa Cruz, ya marcan un camino a seguir.