La lucha de los tercerizados del ferrocarril no se detiene debido a la negativa del gobierno y la patronal a darle un cierre definitivo, incorporando a todos los trabajadores a planta permanente.
El pase a planta permanente de todos los tercerizados del ferrocarril Roca, del Belgrano Sur y del San Martín, todos bajo la órbita de la UGOFE, se realiza a cuentagotas. Es que la misma UGOFE, gestionada por empresarios, funcionarios y burócratas, pone mil y una trabas para garantizar el cumplimiento de las actas tantas veces firmadas. Y esto no puede ser de otra manera, ya que la UGOFE concedió las licencias necesarias para facilitar el accionar de la patota que asesinó a Mariano Ferreyra. Por eso, ante las permanentes dilaciones, las asambleas, los bloqueos de boleterías y los cortes de vías se suceden con frecuencia.
A comienzos de febrero, después de varios meses de espera, trabajadores del San Martín cortaron las vías a la altura de Chacarita para exigir el cumplimiento de la reincorporación de los despedidos de las tercerizadas y el pase a planta. La respuesta oficial fue una imponente militarización de la zona para intimidar a los trabajadores, tras la orden judicial de proceder al desalojo. La burocracia de la UF no se quedó atrás y, a modo de advertencia, amenazó: “Ninguno de los trabajadores ferroviarios está de acuerdo con el corte de vías. No queremos que pase lo que ocurrió en el Roca”, recordando, así, la campaña que precedió al asesinato de Ferreyra, que decía “Los ferroviarios no cortamos vías”, y pedía represión a viva voz.
A fines de febrero, unos 50 trabajadores del Roca se presentaron ante las oficinas de la UGOFE para efectivizar el ingreso, pero éste fue negado por la empresa. Entonces, se impuso un nuevo corte de vías, pese a la contundente presencia policial. Debido a esta decisión de los trabajadores, la empresa comenzó a citarlos para el ingreso desde el día siguiente. De este modo, se van sumando a los cerca de mil ex tercerizados que ya ingresaron a la planta permanente del ferrocarril.
Para los que ya están adentro, la actitud de la patronal y de la burocracia es de presión y persecución. Los trabajadores denuncian, también, que no les han reconocido la antigüedad ni la categoría, y a muchos de ellos les han negado la afiliación al sindicato que debería representarlos. Encima, ante la ausencia del cumplimiento de las condiciones necesarias de seguridad, Leonardo Cherluscosqui, un obrero de vía y obra de la tercerizada Sogesic, perdió la vida al ser arrollado por una formación mientras realizaba su trabajo sin los elementos de seguridad correspondientes.
Toda esta situación, plagada de idas y venidas, de interminables negociaciones, de incumplimientos por parte de la empresa y el gobierno, de persecución hacia los trabajadores... hacen que la lucha del ferrocarril se mantenga vigente y en estado de alerta permanente. Y todo, pone manifiesto que es necesario continuar la lucha hasta el final.