MÁS SAQUEO DEL GOBIERNO Y GANANCIAS PARA LAS EMPRESAS

La“estatización” de AA y la “nacionalización” de los fondos de las AFJP
El Revolucionario Nº47 (Junio de 2009)

Aerolíneas y los fondos de las AFJP son sólo dos ejemplos más de las “medidas nacionales y populares” del kirchnerismo, puro espejismo para la propaganda, puro saqueo del gobierno, más ganancias para las empresas y más empobrecimiento para el pueblo trabajador.

La “estatización” de Aerolíneas Argentinas y la “nacionalización” de los fondos de las AFJP fueron presentadas, y son propagandizadas por el gobierno kirchnerista y sus aliados como grandes medidas populares, destinadas a recuperar el patrimonio estatal desguazado por el que ahora llaman “neoliberalismo de los ‘90”, que no fue otra cosa que el peronismo al uso de esa década, con singular protagonismo de ambos Kirchner, y del resto de los actuales funcionarios.
La campaña electoral volvió a traer al ruedo la situación de la línea aérea, defendida a los gritos por Kirchner en sus actos, apelando a la necesidad de contar con una línea de bandera como servicio público. Lo que no dijo es que, mientras el estado argentino se hizo cargo de la deuda de u$s 890 millones de Aerolíneas, y aumentó la deuda externa con un crédito del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil para comprar 20 aviones nuevos, la española Marsans sigue siendo, formal y legalmente, la dueña de la empresa.
Como ya ocurrió con la cacareada “estatización” del correo en 2003, el grupo Marsans puede iniciar un juicio al estado argentino, y, eventualmente, ganarlo. Así pasó con Franco Macri, que ganó la demanda por el correo, y ya tiene una sentencia favorable que lo habilita a pasar por caja para cobrar u$s 500 millones.
No menos fraudulenta es la apropiación de los fondos de las AFJP. Está claro que las empresas que lucraban con los aportes jubilatorios no los usaron ni los hubieran usado jamás en beneficio de los trabajadores y jubilados argentinos. Pero es igual de evidente lo que está haciendo el gobierno con esa fabulosa inyección de efectivo, que hubiera permitido aumentar razonablemente la miserable mínima, entre $700 y $800, que cobra casi el 80% de los jubilados y pensionados.
Los $101.000 millones que maneja ahora la ANSeS, con un superávit de $18.000 millones, están engordando los bolsillos de empresarios amigos del gobierno, y no, precisamente, para garantizar que no apliquen despidos, suspensiones u otras medidas similares para “paliar la crisis”, medidas que, por otro lado, están en marcha. Lo que esos fondos van a evitar es que disminuyan las ganancias de las empresas, como en el caso de las generadores privadas eléctricas que operan las centrales térmicas Belgrano y San Martín. Cada una está recibiendo unos u$s5 millones por año con fondos de la ANSeS, y al cabo de diez años, esas firmas (Pampa Holding, Endesa y Aes, entre otras), se quedarán con la mayor parte de las usinas.
La misma semana que la empresa General Motors presentó su quiebra en EEUU, la presidenta argentina anunció un programa de inversión de $500 millones para su filial local en Rosario, siempre con fondos de los jubilados. Frente al congreso, el administrador de la ANSeS, Amado Boudou, admitió que más de $1 millón fue destinado a un estudio sobre el sector automotriz, maquinaria agrícola y camiones encargado a la UBA. “Hay un nuevo paradigma respecto al manejo de los recursos de los jubilados”, dijo el funcionario, para justificar que, en lugar de usarlos para aumentar las jubilaciones, se los emplee para rescatar empresarios en problemas.
Ya han ido, o están yendo, fondos de la ANSeS a la cementera Minetti, Edenor, Mindlin, Aluar, Quickfood, papelera Massuh, Mercedes Benz y la agrícola Syngenta. A cambio de los préstamos, el estado sienta alguno de sus hombres en el directorio de las empresas, para dar la impresión de “control del estado” mientras todos ellos sacan, y nadie, más que los trabajadores y el pueblo, ponen.

COMPRA A TECHINT
Cristina Fernández se encargó personalmente, a principios de año, de gestionar en Venezuela el monto y forma de pago que recibiría el grupo Techint por la compra de su empresa Sidor. Los diarios publicaron entonces que, a cambio de la “gauchada”, Paolo Rocca y Luis Betnaza invertirían en Argentina todo el dinero que recibieran del gobierno venezolano. Fieles a su único principio, ganar cada vez más, los empresarios se llevaron al exterior los 400 millones de dólares del primer pago.
Frente al nuevo anuncio del presidente Hugo Chávez de la compra de las empresas Tavsa, Matesi y Comsigua, del mismo grupo Techint, el gobierno argentino volvió a correr en auxilio de sus amigos empresarios. Como declaró el canciller Taiana: “Vamos a expresar el interés que el Gobierno argentino le asigna a que se respeten los derechos de una empresa, pero en el marco de que tenemos que respetar también la soberanía de otros países”.