Durante
este mes se llevará a cabo el juicio oral al compañero, obrero de la
construcción, Carlos Olivera, miembro del SITRAIC. Debemos movilizar por la
libertad del compañero.
Carlos Olivera ha sido encarcelado hace
ya más de dos años, a partir de una maniobra de la burocracia de la UOCRA de Gerardo Martínez,
junto a la policía y la justicia de la provincia de Buenos Aires, durante un conflicto
ocurrido en Lomas de Zamora.
El 15 de diciembre de 2009, Olivera y sus
compañeros, realizaban una asamblea en la obra donde estaban construyendo y
decidieron iniciar un cese de actividades, ya que la patronal les debía parte
de sus salarios. Mientras los trabajadores se encontraban en el lugar, se hizo
presente una patota de la UOCRA ,
que comenzó a golpear a los compañeros y a disparar con armas de fuego. Olivera
intentó escapar, pero fue agredido por la patota y luego detenido por la policía
cerca de la estación de Lomas de Zamora, desde donde fue trasladado al Hospital
Gandulfo por sus heridas. Desde ese día, el compañero se encuentra detenido y
sin juicio, acusado por la patota de haber provocado los enfrentamientos.
El pasado mes de diciembre se realizó una
audiencia pública en la que el tribunal decidió que siga detenido. Ese día, se
produjo una gran muestra de solidaridad, donde muchos sectores de trabajadores
y organizaciones nos hicimos presentes en las puertas del tribunal para llevar
nuestro apoyo. Pero también se hicieron presentes, (y así lo van a hacer
nuevamente en el juicio de febrero) los matones de la burocracia, que ocuparon
lugares en la sala y movilizaron micros hasta los tribunales exigiendo que
Olivera continúe detenido.
El encarcelamiento de Olivera, es
claramente un ataque al movimiento obrero antiburocrático que se organiza para
combatir a la burocracia sindical. Mientras burócratas ladrones como Zanola
consiguen su libertad o el mismo Gerardo Martínez, quien fuera buchón del
Batallón 601 del ejército y contribuyera a la desaparición de un centenar de
obreros de la construcción durante la dictadura militar, continúa libre, Olivera,
quien no tiene una condena, continúa preso.
Gerardo Martínez, no sólo continúa libre,
sino que es uno de los sindicalistas de la burocrática CGT con más cercanía con
el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Muchos son los presos políticos en esta
Argentina kirchnerista. El 2 de febrero, “la Galle ” Karina Germano, cumplió 10 años en la prisión.
Mientras tanto, Oñate, Tapia y Claros continúan detenidos.
El gobierno nacional, junto a la
burocracia sindical y las patronales, en connivencia con las fuerzas represivas
actúan contra el movimiento obrero organizado. Evidentemente, el desarrollo,
aunque incipiente aún, de un activismo independiente preocupa a estos sectores.
Por eso, no sólo mantienen en las cárceles a los presos políticos, sino que
avanzan también con los despidos y con la persecución judicial a los
trabajadores. Así, ya suman más de 5.000 los procesados por luchar y ya son
muchos los trabajadores con pedidos de desafuero o con procesos iniciados por
participar de acciones en sus fábricas o en las cercanías de las mismas.
El ataque a Olivera, como el ataque a los
obreros de Kraft, a los petroleros de Santa Cruz y a todos los trabajadores que
se organizan y luchan, constituye un ataque al conjunto de la clase
trabajadora. Con el juicio a Olivera, pretenden aleccionar a todo el activismo
independiente. Por eso, para detener esta avanzada, es fundamental movilizarse
en defensa del compañero.