Los docentes, en lucha en defensa del estatuto


El gobierno porteño ha desatado un paquete de medidas que atacan directamente la educación pública. El nuevo sistema punitivo de evaluación docente y los proyectos de ley que crean el cargo “maestro de maestros”, designado por decreto, y derogan parte del estatuto del docente, eliminando las juntas de clasificación, pretenden avanzar en el gerenciamiento educativo. Esta avanzada contra las condiciones laborales de los trabajadores de la educación tiene una magnitud pocas veces vista.
Tal situación ha despertado un rechazo generalizado en la docencia porteña, que se manifestará en el paro y la movilización del 4 de octubre, convocado por todos los sindicatos docentes.
El golpe macrista es tan violento, que ha obligado a la burocracia sindical de la UTE a convocar a un plenario de delegados para impulsar una medida de fuerza. Algo insólito. Esta burocracia que no ha hecho nada cuando reprimieron a los maestros de Santa Cruz en la Ciudad de Buenos Aires y entrega el salario todos los años, entra en acción, ahora, porque el gobierno toca directamente sus cargos en las juntas de clasificación y de disciplina. La organización y el desarrollo de esta pelea no puede quedar en manos de las conducciones burocráticas, que ponen una y mil trabas al inicio de un plan de lucha, única forma de detener estos planes. Para darle continuidad a esta batalla y no perder una conquista tan importante como el estatuto docente, el activismo antiburocrático debe tomar la iniciativa y aunar esfuerzos para movilizar a la docencia y enfrentar, en unidad, la burocracia sindical, que no está dispuesta a ir a fondo en esta importante lucha.
La defensa incondicional del estatuto del docente es el eje de la lucha de los trabajadores de la educación, para ponerle freno a esta avanzada gubernamental.