Suenan cada vez más fuerte los planes del
gobierno kirchnerista para después de las elecciones en materia de salarios y
tarifas. Por un lado, desde el gobierno se está instalando la idea, retomada y
amplificada por las cámaras empresarias, de su voluntad de fijar, para 2012,
techos salariales considerablemente más bajos que el promedio de los últimos
años, con porcentajes que irían entre un 10% y un 20%. Por otra parte, el
kirchnerismo avanzaría de forma más generalizada en avalar el aumento de
tarifas de los servicios públicos. Dos medidas que, combinadas, represarían,
sin dudas, un duro golpe para los bolsillos de los trabajadores.
Así, en sus discursos Cristina Fernández ha
salido nuevamente a pedir “moderación” y “racionalidad” a la hora de pensar en
las próximas negociaciones paritarias. Y así lo ha repetido también uno de sus
más férreos defensores en los últimos tiempos, el líder empresario José De Mendiguren.
“Si no se pacta un marco a la puja
distributiva, esto termina mal (…) Un
marco de referencia en el que con racionalidad y dependiendo de las realidades
de cada sector se llegue a acuerdos sensatos que no ahuyenten la inversión”,
explicó el presidente de la UIA
actuando como vocero de las patronales y de los planes del kirchnerismo. Como
siempre, quienes han ganado millones y millones en los últimos años, piden
“racionalidad” y “moderación” a quienes hemos debido padecer las condiciones de
híperexplotación de un trabajo en “negro”, la flexibilización laboral o los
salarios de pobreza que, muchas veces, apenas si alcanzan para subsistir.
Cuentan, como es sabido, para la aplicación de
sus planes proempresarios, con la colaboración de la burocracia sindical que,
como sucedió en el último acuerdo del salario mínimo, jura que no aceptará
techos y que defenderá los intereses de los trabajadores, para después sentarse
y negociar a pedir de las patronales.
Por otra parte, en sintonía con estos planes y
con el carácter proempresario y antiobrero que ha caracterizado siempre al
kirchnerismo, se profundiza la persecución y el ataque a los delegados y
comisiones internas independientes. Cada vez con más frecuencia se suceden los
juicios de desafuero, las causas penales, los aprietes e intimidaciones de las
patotas y la patronal, y los despidos, contra el activismo sindical
antiburocrático. Son algunas de las prácticas y herramientas que el gobierno
avala e impulsa para intentar derrotar a las experiencias más avanzadas de
organización sindical del momento.
Y en este marco de persecución y hostigamiento
es en el que se ha dado, el viernes 30 de septiembre, la detención del Rubén
“Pollo” Sobrero, delegado y referente de la oposición a la burocracia de
Pedraza en la UF ,
junto con otros compañeros de la lista Bordo de la línea Sarmiento. Hecho de
por sí gravísimo, que ha sido avalado por el propio Aníbal Fernández, y que
representa un golpe contra el conjunto de los trabajadores y, fundamentalmente,
contra las comisiones internas, los delegados y las agrupaciones
antiburocráticas.
La avanzada represiva de las patronales y el
gobierno contra los trabajadores en lucha y las experiencias antiburocráticas
también se hace presente en la línea 60, donde los choferes vienen dando en el
último tiempo un importante ejemplo sobre cual es rumbo que debemos tomar los
trabajadores para enfrentar a las patronales y a la burocracia. Allí,
cotidianamente, deben enfrentar a las patotas de la empresa y la burocracia de la UTA , compuestas por decenas de
matones armados.
Y no podemos olvidar, tampoco, que este mes se
cumple un año del asesinato de Mariano Ferreyra, fusilado por las patotas de la Unión Ferroviaria , en el marco
de la lucha de los trabajadores del ferrocarril por el pase a planta
permanente. Todos hechos que marcan claramente la avanzada impulsada de
conjunto desde el gobierno, la burocracia y la patronal para enfrentar y
perseguir a las comisiones internas y los cuerpos de delegados antiburocráticos
y a los trabajadores que se organizan y emprenden el camino de la lucha.
En este marco, se plantea como una tarea
fundamental para toda la clase obrera la unidad en torno a la defensa de los
cuerpos de delegados y comisiones internas independientes y antiburocráticas.
Organizarnos desde las bases para avanzar en la
conquista de nuevas comisiones internas y cuerpos de delegados, y extender la
solidaridad y la coordinación para poder enfrentar con fuerza la persecución al
activismo independiente y antiburocrático, defendiendo firmemente a los cuerpos
de delegados e internas que ya han sido recuperados, representa, sin dudas, una de las tareas
centrales de la hora para la clase trabajadora.