Chile: Ejemplar movilización popular en defensa de la educación


El gran ejemplo de los estudiantes y los trabajadores chilenos muestra la enorme potencialidad del movimiento estudiantil y de su unidad con el movimiento obrero, señalando un eje de construcción para poder avanzar en el desarrollo de un movimiento popular clasista, de lucha y combativo.

La lucha combativa de los estudiantes chilenos viene marcando un camino ejemplar en defensa de la educación gratuita para enfrentar las políticas antipopulares que sostiene el gobierno del derechista Piñera (continuando la línea del pinochetismo y de la Concertación) y su educación privatizada y para pocos.
Retomando importantes experiencias como la de 2006, la movilización estudiantil se reanimó en mayo de este año y fue creciendo en su grado de combatividad y en los niveles de participación.
Aunque por medio del adelantamiento de las vacaciones, el gobierno chileno había intentado descomprimir una lucha que había llevado a la toma de un centenar de escuelas, la organización de la juventud trasandina irrumpió con más fuerza en la segunda mitad del año, dando lugar a movilizaciones multitudinarias y a largos y contundentes combates callejeros.
La única respuesta que viene ensayando el gobierno chileno es la represión que levó a la muerte del joven Manuel Gutiérrez (16) y a la detención de miles de luchadores, varios de los cuales han denunciado torturas. Pero esa respuesta, lejos de amedrentar, ha llevado a que el movimiento de lucha se haga cada vez más amplio y combativo y ha obligado a Piñera a dar algunos pasos hacia atrás.
El gobierno debió primero reestructurar su gabinete y reemplazar al ministro de educación, luego el carabinero asesino de Gutiérrez debió ser puesto en prisión preventiva y el jefe de Carabineros renunciar a su cargo, y ahora se espera una primera reunión entre el presidente y los representantes estudiantiles, aunque hasta el momento el gobierno se niega a aceptar el reclamo de una educación pública y gratuita. Nunca ha estado más claro que sólo con el sostenimiento de la organización y la movilización independiente el movimiento de lucha podrá garantizar el triunfo de los reclamos.

La gran potencialidad del movimiento estudiantil
La iniciativa de los estudiantes chilenos deja en claro la capacidad de intervención en la vida política nacional que tiene la lucha del movimiento estudiantil en la medida en que logra involucrar a amplios sectores del estudiantado a una actividad militante concreta, vinculada con reivindicaciones consideradas centrales por la base estudiantil, con una fuerte organización y una clara predisposición combativa.
Este proceso deja enormes enseñanzas sobre las potencialidades que tiene también el movimiento estudiantil argentino, en la medida en que logre aprender de esa experiencia: reconociendo que es posible movilizar a un amplio sector de la base estudiantil a partir de consignas de lucha, valorando la importancia de reforzar los organismos de base del estudiantado como garantes de la vitalidad y desarrollo del movimiento y de construir herramientas gremiales (centros de estudiantes y federaciones) predispuestos a organizar la lucha e impulsar el movimiento, y asumiendo la centralidad de la acción directa y la organización de la confrontación, para lo que es preciso difundir los métodos de autodefensa, naturalizar y desarrollar los distintos métodos de combate popular con los cuales los estudiantes chilenos sostuvieron ejemplares luchas contra la represión y en defensa de la educación.

Obreros y estudiantes, unidos y adelante
La importancia del movimiento de lucha impulsado por el estudiantado chileno ha dado lugar a una significativa extensión de la resistencia contra Piñera, logrando la incorporación de amplios sectores de trabajadores y la convocatoria a una huelga general de 48 horas por parte de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) los días 24 y 25 de agosto, con una importante adhesión de los trabajadores estatales y una más moderada en el sector privado.
Una vez más, es enormemente significativo el ejemplo que en este sentido nos deja el movimiento chileno para reconocer la potencialidad que puede llegar a tener la “unidad obrero estudiantil”. En este caso, la organización real, contundente, de un movimiento estudiantil de lucha, está permitiendo realizar la auténtica “unidad obrero estudiantil”, esa que va mucho más allá de las comitivas de solidaridad que, con toda justeza, se envían a uno u otro conflicto, y que se cristaliza, en cambio, en una movilización contundente, con huelga de trabajadores, toma de centros de estudio y movilización combativa y resistencia callejera, y cuyo efecto ya no es algo circunscripto a tal o cual sector, sino que convoca a la participación a todo el pueblo trabajador y es capaz de acorralar al gobierno, como sucede cada vez más en Chile.