El año pasado el movimiento estudiantil protagonizó un importante proceso de lucha, dando un gran avance en los niveles de organización y combatividad. Ahora, la tarea está en profundizar ese camino de lucha y prepararse para enfrentar el avance de las agrupaciones kirchneristas y también de los grupos progresistas que concilian con el gobierno nacional y la gestión.
El ejemplo de la lucha
El importante proceso de lucha (el más importante de los últimos años), que transcurrió en la segunda mitad de 2010, dejó un saldo claramente positivo para el movimiento estudiantil(1).
Por un lado, se han alcanzando importantes niveles de combatividad que, tras varias semanas garantizando las tomas en las facultades, fueron coronados con la toma del ministerio de educación por parte de los estudiantes de sociales, lo que contribuye fuertemente a la recuperación de las mejores tradiciones de lucha del estudiantado. Además se ha demostrado nuevamente que con la lucha pueden alcanzarse importantes conquistas en defensa de la educación pública. Y hoy, si bien gran parte de los compromisos conseguidos el año pasado aún no se han concretado (ni se concretarán sino se profundizan la movilización y la lucha), se cuenta con una buena base y con una experiencia importante para continuar peleando por esas y por nuevas reivindicaciones.
Por otra parte, se sostienen y, en muchos casos, se han multiplicado los espacios de organización de base en las facultades que, como la Comisión por el Presupuesto en Filosofía y Letras (FyL), tuvieron un destacado rol en el conflicto del año pasado. Y esto es fundamental para continuar desarrollando el movimiento e impulsar la participación de nuevos compañeros en la lucha.
El avance de kirchneristas y progresistas: un retroceso para el movimiento
Sin embargo, en un balance del año pasado para el movimiento estudiantil, no todo es positivo. El crecimiento de la influencia y el desarrollo de las agrupaciones kirchneristas en varias facultades, como Sociales y FyL, marcan un retroceso importante para el movimiento(2). Esto se debe, principalmente, a que estos grupos, escondidos tras un discurso que se pretende “popular”, convocan al estudiantado a apoyar a un gobierno que es custodio de los intereses y la ganancia de los distintos grupos empresarios, mientras sostiene el ajuste que mantiene en la miseria al pueblo trabajador.
Un gobierno que ha profundizado la destrucción de la educación pública, que dice defender, lo que salta a la vista con sólo observar las condiciones edilicias de escuelas y facultades, los salarios de pobreza de los trabajadores docentes y la continuidad del vaciamiento y el empobrecimiento de los contenidos, en detrimento de la calidad educativa.
Por otra parte, ha continuado el ascenso de La Mella, agrupación estudiantil conciliadora e institucionalista, que posa de “izquierda independiente”, pero que apuesta a negociar con las gestiones, a canalizar la lucha por los rieles institucionales y que cultiva un perfil progresista que la ha llevado a coquetear indistintamente con la burocracia de la CTA, con Proyecto Sur e, incluso, con el kirchnerismo. Sin ir más lejos, el último 24 de marzo convocaron a una actividad por la “memoria”, en la facultad de Ciencias Económicas, en la cual el principal orador fue Eugenio Zaffaroni, juez de la corte de suprema, y cuya convocatoria compartió con agrupaciones kirchneristas como La Cámpora, la JP Descamisados y una agrupación de Sabbatella, entre otros kirchneristas.
Evidentemente, La Mella no tiene problemas en organizar un actividad por la “memoria” y los derechos humanos, con el gobierno con más presos políticos desde el `83, el mismo que ha procesado a miles de luchadores en los últimos años (muchos de ellos, estudiantes), que sólo el año pasado ha asesinado a ocho personas en movilizaciones populares y que mata a diario en los barrios con el gatillo fácil. De esta forma, por el contrario, contribuye con su discurso progresista a legitimar la farsa del kirchnerismo que es el garante del ajuste y la miseria del pueblo trabajador.
Seguir construyendo el movimiento, profundizando la lucha
El movimiento estudiantil puede jugar un rol importante en la lucha del pueblo trabajador contra la miseria y la explotación, que son propias del sistema capitalista. Así lo marcan las mejores páginas de su historia, cuando en jornadas como el Cordobazo o el Viborazo, se movilizó masivamente, luchando en las calles codo a codo con la clase trabajadora.
Como ya señaláramos, teniendo ese objetivo como norte, el proceso de lucha de 2010, con los destacados niveles de combatividad alcanzados, marca un ejemplo importante que debe ser retomado y profundizado este año, al mismo tiempo que se impulsa la organización de base, a través de las comisiones y asambleas.
Y, en este marco, todos los estudiantes y las agrupaciones combativas y de izquierda, que defiendan la independencia que debe tener el movimiento estudiantil frente a las distintas gestiones, al gobierno kirchnerista y, en general, a cualquier variante propatronal (como Proyecto Sur), deben aunar esfuerzos para enfrentar y derrotar a las agrupaciones kirchneristas y las progresistas-conciliadoras, como La Mella, y disputarles los espacios de dirección gremial.
Avanzar en ese camino permitirá, sin dudas, retomar las mejores experiencias de organización y de lucha, para seguir poniendo de pie un movimiento estudiantil que pelee en las calles, junto a la clase trabajadora, por la transformación de este sistema que garantiza infinitos privilegios para unos pocos y hunde en la miseria a la inmensa mayoría del pueblo.
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NOTAS:
1) Ver “Luchando es como se avanza”, en ER N°63, de noviembre de 2010.
2) Ver “Un retroceso para el movimiento estudiantil”, en ER N°64, de diciembre de 2010.