El Comité Nobel decidió dar al presidente yanqui, Barack Obama, el premio a la Paz , destinado "a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz". Así premia la burguesía a sus mejores masacradores.
Desde que es presidente, Obama aumentó las tropas en Afganistán de 32.000 a 68.000 y desplegó una enorme ofensiva militar para aplastar la resistencia en la provincia de Helmand. En Pakistán, manda incursiones aéreas diarias para bombardear pueblos. Mantiene la ocupación militar en Irak y Haití. No ha mermado su apoyo al terrorismo estatal israelí contra el pueblo palestino. Operó en forma encubierta a favor del golpe en Honduras, mientras fortalece al régimen de Uribe con la instalación de nuevas bases militares en Colombia. Allí siguen Guantánamo, y las cárceles secretas de la CIA , llenas de presos políticos cuya única certeza es la tortura.
Ya antes, otros gobernantes de la nación más guerrerista de la tierra recibieron el mismo galardón, como Theodore Roosevelt, el de la política del “gran garrote”, que invadió República Dominicana y Cuba, instaló la base de Guantánamo e inició la construcción del canal de Panamá. También fue premiado Woodrow Wilson, el presidente de la 1° guerra mundial, sin olvidar a James Carter y su canciller Henry Kissinger. Mientras éste se reunía con los dictadores del cono sur y los urgía a terminar rápido con la “limpieza” de marxistas de sus países, Carter sonreía y hablaba de los DDHH.
Ése es el pacifismo que premia el Nobel: poner freno universal a las luchas populares, y defender, violentamente, la explotación capitalista.
Desde que es presidente, Obama aumentó las tropas en Afganistán de 32.000 a 68.000 y desplegó una enorme ofensiva militar para aplastar la resistencia en la provincia de Helmand. En Pakistán, manda incursiones aéreas diarias para bombardear pueblos. Mantiene la ocupación militar en Irak y Haití. No ha mermado su apoyo al terrorismo estatal israelí contra el pueblo palestino. Operó en forma encubierta a favor del golpe en Honduras, mientras fortalece al régimen de Uribe con la instalación de nuevas bases militares en Colombia. Allí siguen Guantánamo, y las cárceles secretas de la CIA , llenas de presos políticos cuya única certeza es la tortura.
Ya antes, otros gobernantes de la nación más guerrerista de la tierra recibieron el mismo galardón, como Theodore Roosevelt, el de la política del “gran garrote”, que invadió República Dominicana y Cuba, instaló la base de Guantánamo e inició la construcción del canal de Panamá. También fue premiado Woodrow Wilson, el presidente de la 1° guerra mundial, sin olvidar a James Carter y su canciller Henry Kissinger. Mientras éste se reunía con los dictadores del cono sur y los urgía a terminar rápido con la “limpieza” de marxistas de sus países, Carter sonreía y hablaba de los DDHH.
Ése es el pacifismo que premia el Nobel: poner freno universal a las luchas populares, y defender, violentamente, la explotación capitalista.