La lucha de Kraft

El conflicto en la planta alimentaria de Kraft-Foods sigue abierto. Se firmó un acta que deja afuera a más de 50 trabajadores, no se ha prorrogado el mandato de la Comisión Interna y la lucha por la reincorporación de todos los despedidos sigue en pie.

Sin dudas, la lucha protagonizada por los obreros de Kraft-Terrabusi es, por varias razones, una de las más importantes de los últimos años.
En primer lugar, la huelga en una de las plantas más importantes del país, con la participación de más de 2.500 obreros, fue sostenida, casi ininterrumpidamente, durante varias semanas. La lucha se libró contra una poderosa patronal imperialista, de capitales norteamericanos y la segunda más grande a escala mundial. Además, la lucha de Kraft contó con la solidaridad de importantes sectores de la clase trabajadora organizada (sindicatos, seccionales, comisiones internas, cuerpos de delegados, agrupaciones sindicales...) y del pueblo (centros de estudiantes, agrupaciones estudiantiles, organizaciones antirrepresivas...). Por todo esto, el conflicto por los despidos en Kraft no pasó desapercibido, se impuso en la agenda política del país, pese a los esfuerzos coordinados del empresariado, el gobierno, la burocracia sindical y los medios de comunicación, y encontró simpatía en una parte importante de la sociedad.(1) Por esto, constituye una clara y contundente muestra de la fortaleza que puede desarrollar la clase trabajadora organizada y en lucha independiente.
Como explicábamos el mes pasado, la lucha de los obreros de Kraft-Terrabusi “...rápidamente se transforma en una aguda pelea que trasciende el hecho puntual que la origina. Se convierte en un claro y abierto choque entre clases sociales.”(2) Por eso, la respuesta conjunta entre la embajada norteamericana, el gobierno nacional y provincial, la empresa y la burocracia del STIA,(3) frente a un conflicto que no controlaban. Fue necesario que corra demasiada agua bajo el puente, desgaste y represión mediante, para que “la triple alianza antiobrera”, con el acuerdo de una parte de la Comisión Interna , impusiera la firma de un acta que deja afuera a más de cincuenta trabajadores.(4)
Como parte del plan empresarial y de la burocracia de Daer que se proponen avanzar sobre la organización y los delegados antiburocráticos de la planta, con no pocas irregularidades(5), se desarrollan las elecciones gremiales dentro de la fábrica para renovar los cargos de los delegados.
La única opción válida para los trabajadores de Kraft es convertirse en guardianes de la independencia de clase. No confiar en los acuerdos con la empresa, ni con la burocracia, ni con el gobierno y denunciar a quienes procuren un entendimiento con ellos y abandonen el reclamo de la reincorporación de todos los despedidos. Habrá que seguir la lucha, no sólo por los trabajadores que están afuera, sino por la clase trabajadora en su conjunto. Como explicábamos el mes pasado, “La clase trabajadora no puede ceder, porque la avanzada patronal avasallará aún más a todos los trabajadores. Y así como van contra los delegados de Kraft, si los capitalistas salen fortalecidos, irán por todos los cuerpos de delegados y las comisiones internas antiburocráticas. Es necesario ponerle un freno al atropello de la burguesía.”(6)
Este capítulo en la lucha de la clase obrera argentina, aún no se cierra. En él, se dirime una importante puja. No hay punto medio: o se impone la empresa instrumentando los despidos o se imponen los trabajadores con la reincorporación de todos los que están afuera. Solo la claridad y la contundencia en la lucha pueden inclinar la balanza del lado de los trabajadores.




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NOTAS:
1) Ver “Los trabajadores de Kraft marcan un camino de lucha”, en ER Nº51, octubre de 2009.
2) “La importancia de la lucha en Kraft”, ER Nº51, octubre de 2009.
3) Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación. Es dirigido por Rodolfo Daer. Ver, “Desfile de burócratas”, en este número.
4) Ver “Una lucha que todavía sigue”, en este número.
5) Los trabajadores de Kraft denuncian que la junta electoral, formada por hombres de Daer, no dio a conocer los padrones, que se deberían elegir mucho más que once delegados, que los despedidos están proscriptos y que se teme fraude en las elecciones.
6) “La importancia de la lucha en Kraft”, ER Nº51, octubre de 2009.