El Revolucionario Nº49 (Agosto de 2009)
Los “Gordos”(1) y los “independientes”(2) se turnaron para acusar a Hugo Moyano de “personalista” y “extorsionador”, y de dirigir la CGT “consultando sólo con los amigos”. El secretario general de la CGT , a su turno, los llamó “caras de piedra al máximo” que “ahora se hacen los Rambo, pero no defendieron a los trabajadores en los ‘90”. Como si él lo hubiera hecho...
En el fondo de la disputa, como siempre, cuestiones de dinero: la caja de las obras sociales de los sindicatos, más de $4.500 millones de pesos que se reúnen con las retenciones salariales (3%) y los aportes patronales (6%). Una parte va directamente a las obras sociales y otra al Fondo Solidario de Redistribución. Unos $3.500 millones se concentran en la Administración de Programas Especiales (APE), manejada por el gobierno. La queja de los antimoyanistas es que, como el funcionario a cargo es un hombre de Moyano, ellos no ven un peso.
La circense pelea fue también reflejo de la puja por el poder al interior del PJ. “Gordos” e “Independientes” no quieren ser arrastrados por la decadencia del kirchnerismo, mientras revalorizan sus acciones Barrionuevo (CGT Azul y Blanca) y el “Momo” Venegas (UATRE y 62 Organizaciones), que jugaron abiertamente a favor del PJ-PRO, y, como dice ahora Venegas, trabajan con Duhalde para “cambiar a este peronismo por un peronismo genuino”.
Pero primaron la oportunidad y la conveniencia. Al mismo tiempo que los opinadores de turno vaticinaban el inminente estallido de la CGT y especulaban sobre la posible alianza de los rupturistas con Barrionuevo, o la formación de una tercera CGT, el gobierno intervino. El kirchnerismo necesita de la burocracia sindical unida, junto a los empresarios, para no abrir otro frente de conflicto, y tener acordado el techo salarial antes de sentarlos, a todos juntos, en el Consejo Económico y Social. La presidenta delegó en Aníbal Fernández, De Vido y Tomada la tarea de “acercar posiciones”.
La reunión de los “disidentes” en el gremio de Sanidad, anunciada por los medios como la cumbre de la fractura, se fue dilatando para dar tiempo a que Moyano cumpliera las órdenes recibidas. Rogó que “Dios ilumine a aquellos compañeros que se sintieron molestos, les pido disculpas pero quédense en la CGT. Y remató: “Vengan que los necesitamos, la casa de los trabajadores está abierta para todos los trabajadores”.
Enseguida, “Gordos” e “Independientes” dijeron su parte del libreto. “No hay fractura en la CGT. Nosotros no nos vamos de la CGT , tenemos una pertenencia absoluta.”, anunció Andrés Rodríguez. Gerardo Martínez completó: “Reina nuevamente el diálogo”. Unos días más tarde, y más tranquilo, Moyano explicó: “ La CGT no es una escuela de señoritas (…) Se me había salido la cadena, ahora estamos de novios de vuelta”.
Todos unidos, seguirán haciendo negocios, a costa de los trabajadores y el pueblo.
...
NOTAS:
1) Lescano (Luz y Fuerza), Cavalieri (Comercio), West Ocampo (Sanidad) y Pedraza (Unión Ferroviaria), y sus aliados, Lingeri (Obras Sanitarias), Manrique (SMATA), Maturano ( La Fraternidad ), Caló (UOM) y Zanola (Bancarios).
2) Gerardo Martínez (UOCRA) y Andrés Rodríguez (UPCN).
Los “Gordos”(1) y los “independientes”(2) se turnaron para acusar a Hugo Moyano de “personalista” y “extorsionador”, y de dirigir la CGT “consultando sólo con los amigos”. El secretario general de la CGT , a su turno, los llamó “caras de piedra al máximo” que “ahora se hacen los Rambo, pero no defendieron a los trabajadores en los ‘90”. Como si él lo hubiera hecho...
En el fondo de la disputa, como siempre, cuestiones de dinero: la caja de las obras sociales de los sindicatos, más de $4.500 millones de pesos que se reúnen con las retenciones salariales (3%) y los aportes patronales (6%). Una parte va directamente a las obras sociales y otra al Fondo Solidario de Redistribución. Unos $3.500 millones se concentran en la Administración de Programas Especiales (APE), manejada por el gobierno. La queja de los antimoyanistas es que, como el funcionario a cargo es un hombre de Moyano, ellos no ven un peso.
La circense pelea fue también reflejo de la puja por el poder al interior del PJ. “Gordos” e “Independientes” no quieren ser arrastrados por la decadencia del kirchnerismo, mientras revalorizan sus acciones Barrionuevo (CGT Azul y Blanca) y el “Momo” Venegas (UATRE y 62 Organizaciones), que jugaron abiertamente a favor del PJ-PRO, y, como dice ahora Venegas, trabajan con Duhalde para “cambiar a este peronismo por un peronismo genuino”.
Pero primaron la oportunidad y la conveniencia. Al mismo tiempo que los opinadores de turno vaticinaban el inminente estallido de la CGT y especulaban sobre la posible alianza de los rupturistas con Barrionuevo, o la formación de una tercera CGT, el gobierno intervino. El kirchnerismo necesita de la burocracia sindical unida, junto a los empresarios, para no abrir otro frente de conflicto, y tener acordado el techo salarial antes de sentarlos, a todos juntos, en el Consejo Económico y Social. La presidenta delegó en Aníbal Fernández, De Vido y Tomada la tarea de “acercar posiciones”.
La reunión de los “disidentes” en el gremio de Sanidad, anunciada por los medios como la cumbre de la fractura, se fue dilatando para dar tiempo a que Moyano cumpliera las órdenes recibidas. Rogó que “Dios ilumine a aquellos compañeros que se sintieron molestos, les pido disculpas pero quédense en la CGT. Y remató: “Vengan que los necesitamos, la casa de los trabajadores está abierta para todos los trabajadores”.
Enseguida, “Gordos” e “Independientes” dijeron su parte del libreto. “No hay fractura en la CGT. Nosotros no nos vamos de la CGT , tenemos una pertenencia absoluta.”, anunció Andrés Rodríguez. Gerardo Martínez completó: “Reina nuevamente el diálogo”. Unos días más tarde, y más tranquilo, Moyano explicó: “ La CGT no es una escuela de señoritas (…) Se me había salido la cadena, ahora estamos de novios de vuelta”.
Todos unidos, seguirán haciendo negocios, a costa de los trabajadores y el pueblo.
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NOTAS:
1) Lescano (Luz y Fuerza), Cavalieri (Comercio), West Ocampo (Sanidad) y Pedraza (Unión Ferroviaria), y sus aliados, Lingeri (Obras Sanitarias), Manrique (SMATA), Maturano ( La Fraternidad ), Caló (UOM) y Zanola (Bancarios).
2) Gerardo Martínez (UOCRA) y Andrés Rodríguez (UPCN).