Grecia. Con la crisis, avanza el ajuste sobre los trabajadores


La crisis económica mundial sigue presente en el corazón de Europa. Terminando el mes de septiembre, bajo la mirada de todo el mundo financiero, el parlamento alemán, por impulso de su canciller Angela Merkel, definió aportar otros 440.000 millones de euros para la ampliación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), en un nuevo intento para evitar el derrumbe del euro y tratar de frenar el alcance de la crisis que ya está golpeando seriamente en varios países.
Grecia es claramente el punto más sensible de la crisis actualmente. Allí el estado acaba de avanzar con nuevo paso en su plan de ajuste guiado por la “troika” de la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo, que viajaron el 29 de septiembre a Atenas para revisar el cumplimiento de las políticas de ajuste exigidas para acceder a las ayudas financieras internacionales, incluyendo el despido inmediato del 3% del total de 900.000 empleados. En consecuencia el gobierno griego dejará “en reserva” a las personas designadas en el estado, pudiendo ser despedidas al año, lo que virtualmente está adelantando un plan de despidos que puede alcanzar a 30.000 empleados públicos. El gobierno también anunció recortes de salarios en un 30 por ciento hasta 2015, el despido de unos 300 mil empleados y la privatización de entidades estatales, además de enviar al congreso un proyecto para aplicar un nuevo gravamen inmobiliario durante los próximos dos años, a fin de conseguir unos dos mil millones de euros.
Frente al ataque sistemático a los trabajadores, la movilización en Grecia sigue latente, con huelgas, como las realizadas el último 27 de septiembre por los trabajadores del transporte  los empleados estatales, y movilizaciones como las que dos días después repudiaron la presencia de los organismos internacionales de crédito en el país.
Como ante toda crisis, sólo la resistencia y la lucha de la clase obrera pueden poner un freno a las medidas de ajuste que impulsan los capitalitas para descargar todo el peso de la crisis sobre las espaldas del pueblo trabajador.