Enfrentemos la persecución al activismo sindical


El movimiento independiente de los trabajadores y los delegados antiburocráticos seguimos sufriendo persecuciones y ataques por parte de las patronales y la burocracia sindical. El número de delegados y trabajadores presos, procesados, despedidos, con sumarios, pedidos de desafuero y perseguidos aumenta día tras día. Es preciso organizarse para denunciar y enfrentar esta situación.

Es evidente que el movimiento obrero antiburocrático, aún con su incipiente desarrollo, genera resquemores e incomodidades en sectores de la burguesía y así las patronales, junto a la justicia, actúan tratando de evitar su desarrollo y expansión.

Los petroleros continúan presos
Los trabajadores petroleros de Las Heras, provincia de Santa Cruz, continúan en sus celdas. José Acosta y Víctor Oñate se encuentran detenidos desde el pasado 4 julio por participar de una huelga reclamando aumento salarial y denunciando los despidos y suspensiones que se están efectuando en la planta.
Los compañeros fueron acusados de “amenazas y lesiones” y detenidos en un imponente operativo (sin nada que envidiarle a una dictadura militar) en que la gendarmería se desplazó por todos los barrios, allanando las viviendas y apresando a los trabajadores. Nada sorprendente en la provincia kirchnerista que está militarizada desde 2006 y en donde los presos por el anterior conflicto petrolero también fueron detenidos tras una razzia similar.

El Colón despide a toda la Junta Interna
La persecución al activismo independiente se expresó recientemente en el Teatro Colón. El pasado jueves 25 de septiembre despidieron a los siete miembros de la Junta Interna de ATE y a un Congresal, y fueron sumariados otros diecisiete compañeros, acusados de haber ocasionado pérdidas por la suspensión de varias funciones debido a las huelgas realizadas. Varios de los compañeros encabezaron la antiburocrática Lista Bermellón en ATE y fueron protagonistas de numerosas luchas y procesos de organización en los últimos años con los trabajadores del teatro. La embestida contra el Teatro Colón se viene desarrollando hace tiempo, con vaciamiento económico y reducción de personal. Pero en esta ocasión el avance es directamente contra la organización de los trabajadores, ya que no se pretende despedir a cualquier trabajador, sino a aquellos que son cabeza del proceso de organización, los que dirigen y organizan las asambleas. Aun con esta avanzada escandalosa, la burocracia de Micheli se limitó a declarar un día de huelga testimonial y dio por culminada su intervención. Aunque todos los despedidos tienen fueros gremiales, nada impidió (ninguna de las leyes que supuestamente protegen el derecho de sindicalización de los trabajadores) que la patronal avance con el despido para descabezar esa Junta Interna e intentar amedrentar a aquellos que se organizan contra el gobierno y la burocracia.

Contra los desafueros en FATE
Viendo que en complicidad con los empresarios de FATE, distintas instancias judiciales siguen promoviendo las más insólitas argucias para tratar de desplazar a los representantes gremiales, los trabajadores de la fábrica de neumáticos siguen en lucha. Así, para frenar el proceso de desafuero del delegado Víctor Ottoboni se suceden movilizaciones, asambleas, petitorios y demás formas de intervención, con el apoyo de diversos sectores del pueblo trabajador. Mientras la burocracia de Waseijko y Yasky mira para otro lado, el cuerpo de delegados de FATE ya decidió convocar a un paro en el caso de que se efectivice el despido de su compañero.

Techint y la burocracia contra los activistas
Diecisiete trabajadores tercerizados que habían avanzado en su organización sindical y conseguido mejoras salariales y en las condiciones de trabajo fueron despedidos por la empresa Siderar del Grupo Techint. Los compañeros cumplían funciones de limpieza industrial en la planta de Haedo y algunos tenían más de 15 años de antigüedad. Cuando la empresa, amparada en las condiciones precarias de la tercerización decidió dejar en la calle a los trabajadores, la burocracia de la UOM de Morón no sólo no movió un dedo, sino que salió corriendo para cubrir con su gente los lugares vacantes. Aunque ante el reclamo de los tercerizados la empresa estaban evaluando revisar algunos despidos, lo hacían con la condición de empeorar las condiciones contractuales y excluir a los referentes más activos. Ante semejante atropello, los compañeros decidieron impulsar la lucha y están convocando a desarrollar la organización y la solidaridad con el conflicto.

Estos so sólo algunos de los ejemplos de persecución que se extienden a innumerables casos como los trabajadores del Hospital Garrahan, del frigorífico Río Platense, del ferrocarril, de los call centers, de comercio, entre muchos otros.
La complicidad entre el gobierno, las instituciones del estado, las patronales y la burocracia sindical para perseguir a quienes se organizan de manera independiente es evidente. Pero cuando la persecución judicial no es suficiente para amedrentar a los compañeros y detener la organización antiburocrática, recurren sin más a la represión directa, ya sea en forma tercerizada por medio de las patotas de la burocracia o directamente a través de la represión policial.
Sólo con la organización desde las bases, la movilización permanente y la unidad de todos los delegados antiburocráticos lograremos hacer frente a esta embestida de la triple alianza antiobrera: el gobierno, la patronal y la burocracia.
Cada uno de estos casos es un ataque a la clase obrera en su conjunto. Debemos redoblar los esfuerzos para impedir el avance de las patronales con los despidos, ya que la defensa de nuestros delegados será una conquista de todo el movimiento independiente de los trabajadores.