Las luchas de los trabajadores

El silencio de los medios de comunicación oculta las luchas que cotidianamente dan los trabajadores contra la ofensiva de los capitalistas y por mejores condiciones de trabajo.
Los trabajadores de Terrabusi siguen peleando por la reincorporación de todos los despedidos; al igual que los de Telecom y los de Correo Argentino, donde los despidos ascienden a 60 por el simple hecho de afiliarse al sindicato. Las luchas contra los despidos se suceden entre los trabajadores gráficos (FP-Impresora), de la alimentación (Fargo), mecánicos (Pettinari), petroquímicos (Sealed Air), del vidrio (Cive), transportistas (Tailem), camioneros (Multistore)... Y estas luchas se sostienen al margen de la burocracia sindical que hace la vista gorda ante semejantes atropellos patronales.
Por su parte, los obreros ceramistas de Zanón lograron la expropiación de la fábrica debido al sostenimiento de la lucha por varios años; los trabajadores perfumistas de Avón consiguieron efectivizaciones y aumento de salarios, tras 45 días de lucha; los trabajadores tercerizados de Edesur lograron la reincorporación de los despedidos, después de un mes de lucha; los papeleros de Molarsa obtuvieron un aumento de salarios luego del paro y movilización...
Y las luchas siguen en el Subte, donde los trabajadores de Metrovías van por un 25% de aumento salarial; con los portuarios, que siguen movilizados por el pago de jubilaciones; con los trabajadores del campo que, en Río Negro y Neuquén, paran y cortan rutas por el pago íntegro del salario: con los obreros de Mahle que, pese a la desidia patronal y gubernamental, continúan resistiendo; con los trabajadores de prensa (El Mundo, La Red , Continental, Del Plata, Belgrano, América, Rivadavia...) que pelean por salarios...y a diario aparecen nuevos conflictos que tienen como protagonistas a los trabajadores organizados, pese al silenciamiento compartido de los capitalistas y los burócratas sindicales.

Moyano ahora va en moto

Además de hacer negocios, como en el rubro de la salud o el transporte de cargas, Hugo Moyano es experto en armar sindicatos que, de la noche a la mañana, obtienen el reconocimiento de la personería gremial. Así acaba de lograrlo en el gremio de mensajeros y cadetes. Su más nuevo invento, la Asociación Sindical de Motociclistas, Mensajeros y Servicios (ASIMM), acaba de ser reconocida por el Ministerio de Trabajo como la única organización de los trabajadores de ese sector, desconociendo al SIMECA, Sindicato Independiente de Mensajeros y Cadetes, que tiene presencia en las calles como organización desde 2000, como lo hicieron el 20 de diciembre de 2001, sumando sus motos a las columnas de manifestantes que pugnaban por llegar a la Plaza de Mayo. Uno de los asesinados, esa tarde, por la policía federal, fue el motoquero Gastón Riva, en cuyo homenaje el SIMECA instituyó el 20 de diciembre como Día del Mensajero.
No fue la antigüedad, ni la cantidad de afiliados, lo que inclinó la balanza oficial, sino la alineación con la CGT y los servicios del abogado Mariano Recalde, hijo del principal asesor de Moyano.