Tarifazo y techo salarial


Contra el bolsillo de los trabajadores

Después de las elecciones, el kirchnerismo avanza contra el bolsillo de los trabajadores con los aumentos de tarifas y la sostenida suba de los precios de los artículos de la canasta básica, mientras impulsa el establecimiento de un “techo” para los aumentos salariales a discutir en las próximas paritarias.

Amado Boudou y Julio De Vido fueron los encargados de anunciar, en una primera instancia, el plan de progresiva eliminación de subsidios a los servicios públicos. Como todo en los últimos años, la medida fue presentada en clave “progre”, asegurando que las tarifas sólo subirán para las empresas y en los barrios más exclusivos de la ciudad de Buenos Aires y que la renuncia a los subsidios podrá hacerse de forma voluntaria. Sin embargo, lo cierto es que la eliminación de los subsidios repercutirá, más tarde o más temprano, en los bolsillos de la clase trabajadora.
Por un lado, porque el kirchnerismo planea ir generalizando el aumento de tarifas para poder reducir cada vez más las millonarias partidas que destina a subsidios. Por otra parte, porque las empresas seguirán trasladando a los precios los aumentos en sus costos, como los que puedan generar los incrementos en las tarifas de la luz o el gas, por lo que los aumentos terminarán repercutiendo, por doble vía, sobre el pueblo trabajador.
Es preciso recordar que el sistema de subsidios que utilizó el kirchnerismo, lejos de aportar a la equidad, fue durante años un excelente negociado para las empresas privatizadas de servicios, cuyas ganancias eran financiadas directamente por el estado (por prestar servicios muchas veces lamentables, sin realizar ningún tipo de inversión) y para los funcionarios gubernamentales, que realizaron millonarios negociados, como el caso de Ricardo Jaime. Pero lo que planea el gobierno ahora, lejos de corregir el sistema para dejar de subsidiar a las patronales y a las clases altas, es avanzar progresivamente con un recorte generalizado de subsidios, lo que indudablemente terminará impactando, como señaláramos, sobre el pueblo trabajador, que deberá pagar más por los servicios de luz, agua y gas.
También se han aprobado, para los próximos meses, subas en los distintos impuestos. Así será tanto en la cuidad de Buenos Aires (ABL), como en los municipios del conurbano bonaerense, y en la mayor parte de las provincias del país, como Santa Fe y Córdoba(1).
Por otra parte, también después de las elecciones, el gobierno kirchnerista autorizó subas en los precios de centenares de productos de la canasta básica. “A partir del 26 de octubre, un total de 33 compañías de alimentos, bebidas, artículos de tocador y limpieza obtuvieron la aprobación oficial para concretar un nuevo aumento de precios en centenares de productos y marcas (…) La mayoría de las empresas beneficiadas con tres subas durante 2011 son grandes multinacionales como Bimbo, Coca-Cola, Quilmes y Aguas Danone, aunque en la lista también se coló una compañía de capitales nacionales como la fabricante de artículos de limpieza Queruclor, dueña de la marca Querubín”.(2) Estos aumentos, demuestran como seguirán subiendo a paso firme, con aval kirchnerista, los precios en los productos de la canasta básica.
En los planes del gobierno de Cristina Fernández, estos aumentos de tarifas y de precios (en un marco de inflación que ha sido sostenida en los últimos años y que en este momento se estima en, al menos, el 25% anual) se complementan con el objetivo de establecer una pauta para las negociaciones paritarias del año próximo, según la cual los salarios no deberían aumentar más que el 18 o el 20%. Más allá de las tensiones actuales con Moyano, el kirchnerismo espera contar con la burocracia sindical para cerrar la mayor parte de los acuerdos. En definitiva, todo hace preveer que el gobierno buscará, con más firmeza aún que en años anteriores, que en 2012 se firmen acuerdos paritarios por debajo de los niveles reales de inflación.
Desde las cámaras patronales y los distintos voceros de los capitalistas, si bien algunos siguen planteando ciertas críticas como la necesidad del normalizar el INDEC, se saludaron ampliamente las medidas anunciadas.(2)Sumado todo, parece una posición bastante ortodoxa, semejante a lo que hubiéramos recomendado con el Fondo años atrás. Es parte de lo que yo llamaría un programa clásico del Fondo (3), dijo Claudio Loser, ex funcionario del FMI, sobre las medidas anunciadas por el gobierno.
De esta forma, habiendo pasado ya las elecciones, de las cuales Cristina Fernández salió fortalecida, el kirchnerismo se prepara para avanzar con un mayor ajuste sobre el pueblo trabajador.

NOTAS:
1) En la provincia de Buenos Aires, los impuestos subirán, en promedio, el 32,5%. En Córdoba, el impuesto inmobiliario aumentará el 20% y la luz el 28%. En Santa Fe, el incremento aprobado a Aguas Santafecinas asciende al 138%.
2) La Nación, 28/11/11
2) Ver recuadro
3) Clarín, 18/11/11