En pocas líneas


Policía, asesino y secuestrador
Carlos Leyva, ex policía bonaerense, participó de civil, bajo las órdenes del comisario Fanchiotti, en la represión que se cobró la vida de los compañeros Kosteki y Santillán. Después de estar dos años prófugo, fue condenado a prisión, pero al poco tiempo quedó libertad. En 2009, volvió a ser detenido por tenencia ilegal de armas y por conducir un auto robado. Y volvió a quedar en libertad. Hace pocos días fue detenido nuevamente, junto a una suboficial de la Federal, por integrar una banda dedicada a los secuestros extorsivos. Asesino de luchadores, delincuente y secuestrador, Leyva es un auténtico modelo de represor.  

La derrota de Proyecto Sur
Proyecto Sur se caracterizó, siempre, por el oportunismo. Así, por ejemplo, mucho antes de las elecciones ya florecían las internas de poder entre Lozano y Solanas. “Binner y Stolbizer se cortaron solos. De Gennaro jugó como monje negro (…) En 2008 estaban con Kirchner, en 2009 con Sabbatella, en 2010 con Proyecto Sur y en 2011 con los socialistas. ¿Dónde estarán en 2012?”, ironizó Solanas, criticando el oportunismo que caracteriza a sus ex aliados. El mismo oportunismo que, aunque intente ocultarlo, lo caracteriza a él mismo y a su descompuesto rejunte progre.

La lucha de los petroleros en el sur
Mientras José Acosta y Víctor Oñate continúan presos, los trabajadores petroleros de Santa Cruz vuelven a la lucha, denunciando a la intervención del sindicato, a cargo de Carlos Flaquier y Dante González, y exigiendo la convocatoria a elecciones. Como parte del nuevo plan de lucha, organizaron cortes de ruta, piquetes y tomaron la planta de Cañadón Seco, al norte de la provincia. La respuesta del gobierno kirchnerista y su gobernador Peralta es la misma de siempre: reforzar la presencia policial y la militarización de la zona. En la profundización de la organización y de la lucha de los trabajadores está la única garantía para poder conquistar sus reivindicaciones.

Millonario negocio para Techint
El Grupo Techint se quedó con el millonario negocio de las obras de extensión de la Línea H del Subte. Un disputado botín por un total de 540 millones de dólares, que serán desembolsados por el gobierno de Macri. Techint, propiedad de la familia Rocca, que ostenta una extensa tradición de híperexplotación de sus trabajadores, es uno de los grupos empresarios más poderosos del país. Desde luego, la obtención de la millonaria licitación no representa una novedad para este pulpo capitalista, que a lo largo de los años ha acumulado buena parte de su fortuna negociando con todos y cada uno de los distintos gobiernos.