En este número, presentamos a Gregorio Perez Companc y
Cristiano Rattazzi. El primero, fue, durante mucho tiempo, el argentino “más
millonario”, según las revistas internacionales. El segundo, nacido en cuna de
oro, dirige los negocios de Fiat en el país.
Perez Companc
Jorge
Gregorio Bazán nació en Buenos Aires en 1934. A los 11 años, fue adoptado por la
familia Perez Companc y, desde de aquel momento, pasó a ser Gregorio Perez
Companc. Tras terminar la escuela secundaria, inició estudios en agronomía,
pero los abandonó al poco tiempo para meterse de lleno en la administración de
los negocios familiares, que quedarían completamente en sus manos, tras la
muerte de su hermano Carlos, en 1977. En aquel momento, PeCom Energía, dedicada
al negocio petrolero, era la principal empresa de la familia Perez Companc.
Durante
la última dictadura militar, realizó millonarios negociados, expandió y
diversificó sus inversiones. Pesca, minería, petróleo, industria alimenticia,
petroquímica, construcción y finanzas… nada quedó por fuera de los negocios de
los Perez Companc a comienzos de los ´80. En los ´90, aprovechó la
privatización de las empresas de servicios para expandir aún más sus negocios,
participando en la compra de acciones de Edesur, Metrogas y Telefónica, entre
otras.
Hacia
fines de la década del ´90 decidió reforzar su presencia en el negocio de la
alimentación, adquiriendo una parte mayoritaria de Molinos Río de la Plata (la segunda
exportadora de alimentos del país, detrás de Arcor), que actualmente dirigen
sus hijos, Luis y Jorge. Y en 2002, en un negocio millonario, vendió PeCom a la
brasilera Petrobras.
Durante
muchos años, fue el argentino “más millonario”, según los ranking que organiza
la revista Forbes, con una fortuna superior a los u$s4.000 millones. Los lujos
de la familia, por su puesto, son infinitos.
Poseen una colección de autos de lujo, incluyendo un Porche y varias
Ferrari (llegó a pagar 7 millones de euros, por una de ellas) y reparten sus
días entre la estancia de la familia en San Martín de los Andes y el
departamento en Barrio Parque.
Destacado
miembro del Opus Dei, Perez Companc realizó millonarias donaciones para la
construcción de un complejo en Pilar para la Universidad Austral.
En
los últimos años, en el plano de la política, supo alinearse con el “modelo”
kirchnerista. Pocos días antes de las últimas elecciones, el pasado 20 de
octubre, Cristina Fernández participó en el acto de inauguración de las obras
de ampliación de la planta de Lucchetti. En esa oportunidad, Luis, uno de los
hijos de Gregorio, ratificó su apoyo a la gestión kirchnerista: “Nos sentimos identificados plenamente con lo
expresado por la señora presidenta en su discurso del Día de la Industria , cuando afirmó
que hay que industrializar la ruralidad”. Y agregó, a paso seguido, que la
empresa “reafirma su compromiso con este
modelo de crecimiento”.
Explotación
y negociados con el estado han sido la clave de los Perez Companc para levantar
la fortuna más grande de Argentina.
Cristiano Rattazzi
Cristiano
Santiago Argentino Rattazzi nació en Buenos Aires en 1948, hijo de Susanna
Agnelli, nieta del fundador de Fiat, Giovanni Agnelli, y de Urbano Rattazzi,
miembro de una de las familias más aristocráticas de Italia. Según recuerda
Rattazzi, sus padres eligieron Argentina porque “era vista como un país con un gran potencial y, de hecho, se había
convertido en una de las prioridades de Fiat para iniciar su expansión
internacional”.
Tras
cursar la primaria en Balcarce, continuó sus estudios en Roma y Milán, donde se
doctoró en Economía y Comercio. En los ´70, pasó por distintas filiales de la
automotriz en América Latina, hasta que a comienzos de los ´80 se instaló
definitivamente en nuestro país. En 1996, quedó como presidente de Fiat Auto
Argentina y, poco después, asumió oficialmente la dirección de todos los
negocios de la empresa en el país. En la actualidad, es uno de los
vicepresidentes de la Unión Industrial
(UIA).
Cristiano
Rattazzi se ha convertido, además, en un destacado empresario rural, con
importantes campos y tambos en la zona de Balcarce. Por eso, durante la disputa
entre las patronales del campo y el gobierno, se distanció del kirchnerismo, en
defensa de sus negocios. “En el mediano
plazo, son el peor impuesto porque castigan a la productividad”, decía
sobre las retenciones, en aquel momento.
En los ´90, supo entablar buena relación con el
menemismo. A partir de 2003, hizo lo propio con Néstor y Cristina Kirchner. Si
bien se permite realizar críticas sobre aspectos puntuales de la política
económica, a fuerza de subsidios y ventajas, Cristiano Rattazzi, mantiene su
apoyo al gobierno kirchnerista. “Supo
manejar una situación difícil y tiene un control de los números espectacular.
Nunca se ha visto un presidente en la Argentina que entienda la economía como
él”, dijo alguna vez sobre Néstor Kirchner. En 2011, Cristina Fernández le
adjudicó $530 millones de los “Créditos del Bicentenario”, lanzados por su
gobierno para subsidiar la ganancia patronal.
Tan buenos son los negocios de Fiat en la Argentina
kirchnerista que ha decidido volver a fabricar maquinaria agrícola en Córdoba,
algo que no pasaba desde 1978. Tras reunirse con Cristina Fernández, el
presidente de Fiat Internacional, Sergio Marchionne, se entusiasmó: “La Argentina se convertirá en un centro de
excelencia para la producción en América latina de estas líneas de productos”.
Rattazzi, con fama de “playboy”, es amante de los
lujos y de la noche. En los veranos, acostumbra viajar en su helicóptero
privado a su mansión de Punta del Este, y participa en los más exclusivos
eventos y fiestas privadas.
Cristiano Rattazzi, millonario y amante de los lujos,
es dueño y heredero de Fiat, empresa con una amplia trayectoria de explotación
en nuestro país y en mundo.